- Nuestro municipio ha crecido, así como el correspondiente número de vehículos y la infraestructura vial es casi la misma de hace 10 años o más.
- Por un lado, peatones y vecinos desean calles de baja velocidad, sobretodo en las zonas de mayor densidad poblacional y con muchos niños.
- Por otro lado, los automovilistas demandan vías rápidas. Será importante atender a ambos, creando avenidas para tránsito rápido y calles en donde deba de respetarse un tope razonable de velocidad que asegure la tranquilidad y seguridad de los habitantes.
- Se ha demostrado una y otra vez que llenar de semáforos los cruceros y colocar letreros de baja velocidad solo provocan la desobediencia civil y no resuelven los problemas del tráfico: embotellamientos, accidentes, ruido y aumento de la contaminación.
- Los camiones urbanos debieran de contar con ejes viales por donde transitar a velocidad razonable, bajo un horario preestablecido que impida las carreras para lograr más vueltas en una ruta y que rebasen saliéndose de su carril, poniendo en peligro a su pasaje, a otros conductores y a los transeuntes.
- Ciudades desarrolladas han resuelto satisfactoriamente el problema de la vialidad y tienen expertos de quienes propongo aplicar sus experiencias y talento profesional.
Diana Perla
Chapa